La baya de Schisandra es una de las reinas dentro de la herboristería tónica, ya que encarna el rasgo único de contener los cinco sabores. En la Medicina Tradicional China, los sabores se ven como firmas energéticas dentro de una planta, lo que demuestra sus distintos rasgos curativos. Los cinco sabores que contiene son, dulce, amargo, salado, ácido y picante, lo que indica directamente su naturaleza omnipresente y altamente medicinal. En la medicina tradicional china, los cinco sabores se relacionan directamente con su capacidad para dirigirse a los cinco órganos yin, como el hígado, los pulmones, el corazón, los riñones y el bazo.

Uno de los elementos clave de Schisandra es su naturaleza adaptogénica. Los adaptógenos son hierbas que se dirigen directamente al sistema endocrino, que abarca el infame eje HPA, eje hipotálamo – pituitaria – suprarrenal, junto con el sistema simpático-adrenal (nuestra respuesta de lucha o huida). En otras palabras, es una hierba magistral que protege y ayuda a afrontar muchos tipos de estrés y el daño oxidativo a nivel biológico, mental y emocional. Los adaptógenos también se dirigen a nuestro sistema hormonal y límbico, que influye directamente en nuestro estado de ánimo, cuerpo emocional, percepción y más.