Cuando proyectaba la idea de Organic Souls siempre lo acompañaba de un espacio de cuidado en el que poder ofrecer otra forma de tratar de la piel, no solo por los productos utilizados en los tratamientos si no en la atmósfera que envuelve a la cabina, con un toque más místico y romántico, ideal para entrar en ese estado de relajación absoluto que todos buscamos cuando decidimos reservar una cita de mimos.
Para lograr que el espacio fuese coherente era necesario que la persona que estuviese al frente estuviese en sintonía con esa forma de ver el cuidado y la belleza de la piel. Y esto, sin duda, ha sido lo más difícil de encontrar.
Pero todo en la vida tiene sus tiempos, y por fin después de mucho esperar, Sonia llegó hace poquito para materializar este sueño y juntas ofrecer algo que hoy en día no existe en Coruña.